Qué es una operación BIMBO

En pocas palabras, se podría definir una operación BIMBO (siglas correspondientes a Buy-In_Managament-Buy-Out) como la adquisición de una sociedad, por parte de otra, y en la que el control de la firma adquirida es obtenido por la combinación de un equipo de directivos que trabaja en la misma junto con el apoyo de directivos externos.

Más allá de esta breve definición, una operación BIMBO es una forma de compra apalancada (LBO) que aúna tanto características de una Management Buyout (MBO) como de una Management Buy-in (MBI). Una operación BIMBO se da, como ya se ha dicho, cuando la gerencia de una empresa, apoyada en gerentes externos, decide comprar la sociedad de cuyos órganos gestores forman parte. En esta situación, los papeles están claramente repartidos: la administración existente representa la parte de compra mientras que los gerentes externos representan la porción de compra.

Esta coyuntura, en la que los directivos de una compañía se ven obligados a trabajar con un equipo gestor externo, puede abocar a una situación difícil de gestionar (lucha de egos, disparidad de intereses…). Sin embargo, la experiencia demuestra que estas situaciones, propias de un proceso muy habitual y ensayado, se superan. Para conseguirlo tan sólo hay que encajar las piezas del puzzle.

El papel fundamental de la administración saliente

Este reparto de papeles permite que la transferencia de la propiedad y control de la misma sea mucho más rápida y eficiente. Esto es así porque los miembros involucrados, que ya estaban presentes en la anterior administración, se muestran familiarizados con el manejo del negocio.

La permanencia de estos líderes con experiencia permite cubrir las áreas de crecimiento y expansión de la empresa. Esto implica tanto el desarrollo de nuevos productos y servicios como la gestión de áreas críticas de la compañía como marketing, gestión de operaciones y servicios.

Como en cualquier LBO, pese a las precauciones tomadas, siempre puede haber un riesgo, tras la compra, de interrupción de las operaciones o reducción del rendimiento habitual. Sin embargo, que los nuevos gerentes se conviertan, también, en nuevos propietarios ayuda a reducir estos riesgos.

Un híbrido entre los MBO y los MBI

Combinación de estos procedimientos, una operación BIMBO puede considerarse una alternativa muy completa a ambos. Esto se debe a que combina los conocimientos de los directivos de la sociedad con la preparación de los directivos externos que, por regla general, poseen una mayor experiencia en procesos de adquisición.

En un MBO el equipo directivo de una compañía se hace con la propiedad a través de una compra apalancada, mientras que en un MBI el equipo directivo es externo a la compañía.  En una operación BiMBO hay tanto apalancamiento como intervención de equipo externo.

Gracias a la intervención de directivos externos se facilita, entre otras cosas, el acceso a nuevas fuentes de financiación, puesto que aquellos cuentan con la credibilidad necesaria en el trato con las entidades financieras.

Así, por lo tanto, en una operación BIMBO se da el binomio perfecto. Por un lado, los directivos que ya estaban en la sociedad y que aportan conocimiento sobre el funcionamiento de la misma. Por otro parte, elementos externos que aportan, además de fuentes de financiación, modernización y dinamismo al proyecto.

Cómo adquirir una compañía a través de una operación Bimbo

Los pasos que se detallan a continuación –y que también son válidos para operaciones LBO, MBO y MBI- son necesarios para concluir, con éxito, el proceso de adquisición de una empresa a través de una operación BIMBO:

  1. Diseñar un plan de negocios y establecer unas provisiones financieras y operativas.
  2. Marcar el alcance y perímetro de la transacción. Definir que queda fuera y cuál es el verdadero propósito de la transacción.
  3. Comprender, en el contexto en el que trabaja la actual administración de la empresa, que se pretende adquirir. O lo que es lo mismo, tener claro conflictos, embudos y activos durmientes de la compañía.
  4. Diseño de la transacción. Hay que trazar el esquema idóneo dependiendo de las características de la empresa que se vaya a adquirir.
  5. Aplicar procesos y análisis de Due Diligence DD legal, financiero, de negocio, fiscal, laboral, medioambiental …
  6. Valoración de la empresa a adquirir.
  7. Estructura fiscal de la transacción.
  8. Financiación de la transacción (financiación propia de los adquirentes y/o financiación ajena (Bancos, Emisión de Bonos u otros mecanismos de deuda)
  9. Fijar plazos, aun sabiendo que, con toda probabilidad, van a ser superados.
  10. Formar un equipo de asesores legales y financieros. De una adecuada selección de estos profesionales puede depender que la operación siga adelante –o no-.

Riesgos de una operación BIMBO

Lo dicho hasta ahora puede hacer pensar que una operación BIMBO es un planteamiento sin riesgos. Nada más lejos de la realidad. Una operación BIMBO puede entrañar más riesgos, incluso, que un MBO o un MBI. Esto tiene una explicación: es una operación más compleja en la que intervienen más factores.

Dos de las situaciones que entrañarían más riesgos serían:

  1. El inversor carece de la experiencia necesaria en el sector concreto en el que opera la compañía que se va a adquirir.
  2. El actual equipo directivo muestra reticencias en cuanto a aceptar a los nuevos expertos externos que entran en el nuevo equipo gestor. Estos expertos adoptan generalmente posiciones de liderazgo, lo que puede provocar resentimiento entre los miembros más antiguos.

Para evitar que estos potenciales problemas puedan impedir el correcto desarrollo de una operación BIMBO es importante resolver estas cuestiones antes de cerrar cualquier trato. En realidad, resulta vital, antes de dar más pasos hacia la adquisición, dejar claro el rol de cada parte.