Uno de los mecanismos más empleados, actualmente, por quien decide invertir en una startup, es el llamado SAFE (Simple Agreement for Future Equity -en español Acuerdo Simplificado sobre Acciones Futuras-).
En términos sencillos, los controles KYC consisten en demostrar la correcta aplicación de los controles CDD, es decir, verificar la identidad de un cliente. Por tanto, es difícil distinguir entre KYC y CDD, porque la segunda es parte integrante de la primera. Pero, ¿son realmente lo mismo? Más adelante se verá que no.
Un dato: tan sólo dos meses después de su lanzamiento, ChatGPT ya tenía más de 100 millones de usuarios en todo el mundo (por poner sólo un ejemplo, a Twitter le costó cinco años alcanzar esta cifra).
Para una Startup retener talento humano es casi tan importante como conseguir financiación a la hora de asegurar su supervivencia y desarrollo. Por este motivo, puede resultar interesante acordar, con la persona poseedora de este talento, un phantom shares plan.
Si ves escrito AIE, ¿sabes a qué nos referimos? Es el acrónimo de Agrupaciones de Interés Económico, un tipo de sociedad mercantil especial constituida sobre la base de la suma de varias empresas o empresarios.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el tipo de empresa objeto de valoración. En el ámbito empresarial español, lo más habitual es encontrarse con sociedades limitadas y sociedades anónimas.