Durante el X Foro de pequeños despachos de auditoría, celebrado el pasado mes de septiembre, los economistas auditores publicitaron datos sobre el decreciente número de profesionales que, cada año, se incorporan al sector de las firmas de auditoría: un 70% menos de 2011 a 2021 –de 1.905 nuevas incorporaciones a tan sólo 575–.
El mencionado foro, organizado en Sevilla, se centró en los problemas que están teniendo las pequeñas y medianas auditorías para enfrentar el relevo generacional. Durante las ponencias, y ante la necesidad de resolver este problema, los economistas auditores plantearon dos medidas:
- Necesidad de retener y captar el talento por parte de las firmas auditoras.
- Necesidad de fomentar la incorporación de nuevos aspirantes a esta actividad profesional, algo que se considera clave para dinamizar el mercado de la auditoria.
En el Consejo General de Economistas, organizador del foro, se es muy consciente del problema. Por este motivo, la institución ha puesto en marcha un grupo de trabajo con dos objetivos fundamentales:
- Conseguir un enfoque de la actividad de la auditoría de cuentas que sea capaz de atraer a nuevos profesionales que consideren este trabajo como una salida profesional a tener en cuenta.
- Promocionar la idea de que los auditores, en su labor de dotar de credibilidad a la información contable, deben jugar un papel muy importante en la reconstrucción, recuperación y consolidación de las empresas.
De adictos al trabajo a adictos a las nuevas tecnologías
Los auditores que lideran el sector de la auditoria en España tienen una edad media de 58 años. Muchos de ellos presentes en el congreso de Sevilla, como dueños y gestores de firmas de auditoría españolas, son parte de la generación del baby boom y bebieron de los modos de vida practicados por sus padres, pegados a un modelo tradicional de desempeñar su labor profesional auditora.
En buena parte, esta generación de auditores proveniente del baby boom, aun viéndose obligados a convivir y trabajar en un universo tecnológico, son también freno para la digitalización de la profesión auditora… lo que, a su vez, está frenando la incorporación de nuevas generaciones al sector. Estamos hablando de las generaciones Y (Internet, Inmediatez e Incertidumbre) y Z, cuyos componentes no es que nacieran ya con habilidades para el manejo digital, es que hasta puede decirse que fueron concebidos como componentes tecnológicos.
Las nuevas generaciones, un 25% del total de la población mundial, ya viven, disfrutan y se relacionan a partir de un ADN tecnológico. Y también se desarrollan profesionalmente –quieren y buscan hacerlo así- a partir de ese ADN tecnológico.
Una buena parte del sector de la auditoría –frente a otra que se resiste, aún, al cambio- está tratando de seducir a los más jóvenes para que quieran trabajar como auditores. Un buen ejemplo de estas iniciativas es la promovida por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, ICJCE, Quiero ser auditor.
La campaña Quiero ser auditor utiliza herramientas como videos y conversaciones de WhatsApp para acercar la auditoria al mundo de los jóvenes. El objetivo es explicarles a las nuevas generaciones, en un lenguaje que entienden y utilizan, porque la auditoría puede ser tanto una vocación como una profesión de futuro.
Necesidad de sentir pasión por lo que se hace
A los jóvenes ya no les vale cualquier cosa a la hora de decidir qué hacer, profesionalmente, con sus vidas. Anteriores generaciones optaban por una salida profesional determinada por argumentos diferentes a los que se manejan hoy en día. Se trabajaba en algo porque era la opción que se tenía más a mano, era lo que habían hecho sus padres o sus abuelos o pensaban que cualquier cosa les valía para obtener un sustento.
Ahora todo es muy distinto. Muchos jóvenes buscan dedicarse, como desempeño laboral, en algo que les guste, algo que les provoque entusiasmo por lo que hacen. En el Consejo General de Economistas saben que, si quieren que los jóvenes se planteen ser auditores de cuentas, van a tener que hacerles sentir pasión por la auditoría.
Pero, ¿qué es la pasión por la auditoría? Manuel Orta Pérez, economista y miembro del Pleno del Consejo General de Economistas, lo define como “lo que siente y percibe el auditor de cuentas en el desarrollo y ejecución de su actividad profesional, asumiendo su responsabilidad en la verificación de la información financiera y no financiera, de acuerdo con las normas técnicas de auditoría y la normativa de auditoría de cada país”.
Una situación preocupante que ya está mejorando
Según datos de la Encuesta Global IFAC (Federación Internacional de Contadores) del año 2018, el 54% de las firmas auditoras mostraron dificultad a la hora de atraer talentos jóvenes. Dentro de los motivos de porqué está falta de interés de los jóvenes por trabajar como auditores, el 66% de las entidades destacaron la falta de candidatos con un perfil adecuado.
¿Y si fuera al revés? ¿Y si lo que ocurre es que los jóvenes profesionales no ven en las auditorías el perfil adecuado de trabajo para construir su propio futuro? Hay muchas auditorias que ya han empezado a comprender que, si quieren atraer talento, son ellas las que tienen que cambiar y comenzar a utilizar un lenguaje que hable de auditorías 2.0, 3.0, 4.0…
Las carencias digitales de los despachos de asesoría en España
Wolters Kluwer Tax & Accounting es una compañía líder en el desarrollo de soluciones de software, información y servicios para despachos profesionales y empresas. En su Barómetro de la Asesoría 2022, presentado el pasado mes de noviembre, se expusieron una serie de interesantes datos. De ellos se desprende que la digitalización es el gran reto de los despachos de asesoría profesionales en España.
Aunque un 72% de las asesorías consultadas en el estudio dice haber acometido innovaciones tecnológicas durante el último año, y el 60% considera que la digitalización es clave para garantizar su competitividad, aún queda mucho camino por recorrer.
Más datos que demuestran lo expuesto en el anterior párrafo. Mientras que más del 77% de los auditores consultados afirman utilizar un software especializado instalado en su despacho, tan sólo el 45,2% de los encuestados se ha decantado por tecnología en la nube.
Vale, hay un 54,8 de los despachos de auditoria en España que se resisten a dar el salto a la nube, pese a reconocer, mayoritariamente, las ventajas que aporta el cloud (movilidad y acceso a su negocio desde cualquier lugar; actualización permanente de las soluciones; acceso a los datos en tiempo real o reducción de costes y tiempo). Sin embargo, un 45,2% de las firmas auditoras han dado el salto, lo que significa que la transformación del sector ya ha comenzado.
Otras cuestiones a abordar….además de hacerse digitales
Las nuevas generaciones de auditores no quieren un trabajo para toda la vida. Los auditores que se están incorporando al mercado laboral quieren trabajar en proyectos seductores y motivadores que les permitan desarrollar sus capacidades profesionales.
Muchas firmas de auditores ya han visto y aplicado este cambio. Y el resto tendrán que hacerlo si quieren sobrevivir. Los dueños de los despachos tendrán que aprender a relajar los ambientes laborales. Es lo que las nuevas generaciones buscan y necesitan (horarios flexibles, conciliación…) para desarrollar sus capacidades laborales a partir de la creatividad e innovación…algo que, por otra parte demandan las firmas para ser más competitivas.
Más allá de la digitalización de las firmas de auditoría, la innovación en la auditoría también tiene que abarcar –ya lo está haciendo en muchos despachos- parcelas operativas y de gestión.
Frente a la innovación puede haber sentimientos de incomodidad e inseguridad. Los auditores tienden a conservar prácticas que vienen de hace muchos años, que han resultado exitosas en el pasado.
Sin embargo el pasado es el pasado. Por este motivo, un buen número de firmas de auditoría en España ya han comprendido que las nuevas prácticas laborales, además de potenciar el uso de herramientas tecnológicas, también deben afectar al desarrollo de procesos, redacción de informes, composición de estructuras organizativas, formas de comunicación entre el staff directivo y el resto de profesionales del despacho… Quien no se renueve no sobrevivirá.